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Publicidad sin filtros:
10 verdades que nadie
te dice (Parte 1)
10 verdades que nadie
te dice (Parte 1)
La publicidad es un espejo deformante: refleja lo que la sociedad quiere ver, pero distorsiona la realidad de quienes la crean. No es solo un trabajo; es un ecosistema de contradicciones donde la innovación se celebra en keynotes pero se castiga en reuniones, donde la diversidad se promociona en redes pero se ignora en organigramas, y donde el burnout se disfraza de pasión por el proyecto.
Este artículo no es un manual de supervivencia. Es un análisis sin concesiones de lo que a mí me ha funcionado, y lo que no, en una industria que premia el postureo pero castiga la autenticidad. Basado en datos, casos reales y lecciones aprendidas en agencias de Europa, Asia y América, aquí tienes mis diez principios para navegar el caos sin perder la cordura ni la dignidad.
1. Creatividad con propósito
Hacer algo “cool” ya no basta. Hoy la audiencia es más lista que nosotros, detecta bullshit a kilómetros y se desconecta al instante. Por eso, la creatividad que hoy en día vale la pena no solo vende; conecta, emociona y deja huella. Y ese impacto comienza por nosotros: por cómo pensamos, cuestionamos y damos forma a los conceptos. Cada idea debería empezar con tres preguntas sencillas: ¿Por qué hago esto? ¿A quién le importa? ¿Qué efecto tendrá?
Una pieza puede ser bonita, hipster y molona, pero si no tiene sentido, es solo ruido con presupuesto. Punto.
Casos que inspiran:
"Don’t Buy This Jacket" de Patagonia (2011)
Una campaña que criticaba el consumismo mientras vendía productos.
Resultado: +$10M en ventas y un movimiento cultural.
Una campaña que criticaba el consumismo mientras vendía productos.
Resultado: +$10M en ventas y un movimiento cultural.
"Moldy Whopper" de Burger King (2020)
Mostrar un producto en descomposición para destacar la falta de conservantes.
Ganó un Grand Prix en Cannes sin usar efectos especiales.
Mostrar un producto en descomposición para destacar la falta de conservantes.
Ganó un Grand Prix en Cannes sin usar efectos especiales.
Ahora, la realidad incómoda... El propósito se percibe como un lujo caro. Sí, los estudios dicen que el 79% de los consumidores prefieren marcas que compartan sus valores, y que el 63% busca marcas “purpose-driven”. Pero eso no significa que vayan a comprar cualquier campaña que diga “tengo propósito”. Para la mayoría de las marcas pequeñas o medianas, que viven con presupuestos ajustados y objetivos de conversión trimestrales, apostar por una campaña de propósito es jugar con fuego. La presión por resultados inmediatos, KPIs, clics y ventas rápidas aplasta cualquier intento de pensar a largo plazo.
Aquí es donde entramos nosotros. No solo deberíamos generar ideas brillantes, sino ayudar a nuestros clientes a conectar propósito y rentabilidad. Los creativos tenemos que enseñarles que tener una narrativa coherente con su impacto no es un lujo, es estrategia. Que no necesitan una campaña épica de Nike; necesitan algo auténtico, medible y coherente con su negocio. Pequeño, realista y con impacto. Porque incluso la marca más humilde puede destacar si encuentra su historia y se atreve a contarla bien.
2. Colaboración por encima de jerarquías
Durante años, las agencias han funcionado como ejércitos: con rangos, niveles y aprobaciones en cadena. Pero la creatividad no entiende de jerarquías. Las mejores ideas pueden salir del becario, del planner o del director financiero. El problema es que seguimos trabajando como si la estructura importara más que la idea.
Un estudio de Deloitte sobre equipos de alto rendimiento señala que las organizaciones que fomentan la colaboración entre equipos multifuncionales son significativamente más innovadoras y ágiles. No porque trabajen más horas, sino porque la diversidad de perspectivas acelera las decisiones y mejora la calidad de las ideas. En cambio, cuando las decisiones se concentran en pocos, el ego sustituye a la colaboración.
Pero colaborar no es hacer “brainstorms”. Es crear un espacio donde nadie tenga miedo de contradecir al jefe, donde se valore la curiosidad tanto como la experiencia, y donde cada miembro del equipo sienta que puede mover la aguja del proyecto.
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3. El burnout no es medalla
Estar exhausto no te hace más creativo. Todo lo contrario. Te roba chispa y deja al equipo vacío, como la máquina vending de la agencia pasada la medianoche. Y por alguna razón que se me escapa, esta profesión sigue ignorando que las mejores ideas nacen de mentes descansadas, que han tenido tiempo para pensar, cuestionar lo establecido y, sí, aburrirse un poco.
La cultura del “sí a todo”, las jornadas eternas y los emails a medianoche son enemigos silenciosos. Reconocer los signos tempranos de burnout: fatiga crónica, irritabilidad, o desmotivación, no es opcional. Así que empecemos a incentivar los descansos reales, la desconexión digital y los límites claros. Que no es un lujo, es estrategia: un equipo que respira es un equipo que crea. ¿Parece lógico, no?
Olvídate de los team buildings y los emails de RRHH. Si tu equipo está quemado, necesitas soluciones reales, no placebos. Aquí van las que yo aplico:
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4. Diversidad que suma, no que adorne
No hablamos de un comunicado bonito ni de una foto para redes sociales. La diversidad es un motor creativo: equipos homogéneos producen las mismas ideas de siempre; equipos diversos generan soluciones inesperadas que hacen que alguien diga “¿cómo no se nos ocurrió esto antes?”.
Diferentes orígenes, experiencias, disciplinas y perspectivas culturales enriquecen la conversación y amplían la mirada de un proyecto. Pero la diversidad real no es solo cuestión de apariencia: se trata de cómo se toman decisiones, cómo se estructura la colaboración y cómo se amplifican voces que normalmente serían ignoradas.
Así que ahí van algunas reglas que sigo con mis equipos, porque la diversidad no es un KPI, es estrategia de negocio y un verdadero motor creativo:
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Conclusión: la diversidad no es “bonito tenerla”, es lo que te salva cuando el cliente pide algo que nadie en tu equipo homogéneo sabe hacer. Si tu agencia sigue igual que en los 90, no es tradición, es pereza.
5. Que data y creativos trabajen juntos (sin que se maten)
Los datos son el combustible, no un juez. Involucra a los equipos de estrategia y data en los brainstorms, pero como guía y fuente de inspiración, no como filtro que decida qué idea sobrevive. Su valor está en traducir números complejos en insights comprensibles, que el equipo creativo pueda usar para tomar decisiones informadas.
Si la persona encargada de los datos bloquea sistemáticamente ideas, es señal de que algo falla en la colaboración: la creatividad pierde su chispa y los datos dejan de ser un aliado. La clave está en integrar ambos mundos, dejando que la evidencia ilumine el camino, mientras la intuición y la visión creativa marcan el rumbo.
Conclusión, o por qué tu campaña no debería ser un shot en la oscuridad: cuando datos y creatividad trabajan juntos, dejas de disparar a ciegas y empiezas a dar en el blanco. Tus ideas pasan de ser "bonitas" a ser efectivas, memorables y, sobre todo, que no hacen que tu audiencia piense: "¿En serio gastaron budget en esto?".
Hemos recorrido cinco principios que, si se aplican con cabeza y corazón, pueden marcar la diferencia entre un equipo creativo que solo produce ruido y uno que deja huella. Desde pensar con propósito hasta hacer que datos y creatividad trabajen codo a codo, todo apunta a una misma idea: el buen trabajo creativo no surge por azar; se construye con estrategia, respeto por las personas y valentía para romper esquemas.
Y aquí viene la parte emocionante: esto es solo la mitad de la historia. En la segunda parte, exploraremos los cinco principios restantes, donde hablaremos de cómo liderar sin aplastar, fomentar la innovación constante y mantener al equipo motivado sin quemarlo en el intento. Si quieres que tu creatividad tenga impacto real y no solo rellene un brief, no te pierdas la continuación.
Quiero más
Las buenas ideas ya no bastan. Hoy la diferencia la marcan los equipos que se entienden, los datos que inspiran y las marcas que tienen un porqué. Si quieres ir más allá del PowerPoint y construir creatividad con propósito (sin morir de burnout ni perder la curiosidad por el camino), aquí tienes lecturas que valen tu tiempo.
📚 Libros que deberías leer antes que nadie en tu agencia
The Brand Gap (Marty Neumeier)
Por qué: explica cómo el propósito no es un add-on, sino el núcleo de la marca.
Por qué: explica cómo el propósito no es un add-on, sino el núcleo de la marca.
Creativity, Inc. (Ed Catmull, Pixar)
Por qué: una lección sobre cómo crear equipos que se desafían desde la confianza.
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📊 Informes para compartir con tu equipo de RRHH
Diversity Matters Even More (McKinsey)
Por qué importa: es un recordatorio contundente de que la diversidad no es un gesto simbólico, sino una estrategia de negocio. Las empresas con equipos directivos diversos no solo son más innovadoras, también obtienen mejores resultados.
Por qué importa: es un recordatorio contundente de que la diversidad no es un gesto simbólico, sino una estrategia de negocio. Las empresas con equipos directivos diversos no solo son más innovadoras, también obtienen mejores resultados.
Diversity, Equity and Inclusion Lighthouses 2023 (McKinsey)
Por qué importa: ofrece un recorrido por los casos más inspiradores de compañías que lograron convertir la inclusión en resultados reales. Una guía útil para entender qué prácticas funcionan cuando la diversidad deja de ser un discurso y se vuelve cultura.
Por qué importa: ofrece un recorrido por los casos más inspiradores de compañías que lograron convertir la inclusión en resultados reales. Una guía útil para entender qué prácticas funcionan cuando la diversidad deja de ser un discurso y se vuelve cultura.
🎯 ¿Y ahora qué?
Si crees que la creatividad no necesita propósito, datos o diversidad, este artículo quizá te haya hecho fruncir el ceño… o abrir los ojos. Porque la creatividad sin alma se queda en formato, y los datos sin emoción se quedan en PowerPoint. Pero tranquilos, que esto es solo la primera parte. En la siguiente entrega seguimos con el resto de principios para construir una industria más humana, más valiente y, sí, más creativa.
Mientras tanto, si prefieres escucharlo en lugar de leerlo, pásate por El Sí Invisible, donde hablo sobre cómo encontrar ese equilibrio entre intuición y evidencia, personas y procesos, caos y claridad. 🎧 Escúchalo aquí.
Mientras tanto, si prefieres escucharlo en lugar de leerlo, pásate por El Sí Invisible, donde hablo sobre cómo encontrar ese equilibrio entre intuición y evidencia, personas y procesos, caos y claridad. 🎧 Escúchalo aquí.
Y si alguna vez te has encontrado entre el excel y la creatividad, conéctate conmigo en LinkedIn @RobertoPlatas, o escríbeme a elsiinvisible@gmail.com, y cuéntamelo. Porque al final, la creatividad no es magia ni algoritmo… es gente buscando sentido (y a veces, wifi).